La Cronopatía genera estrés crónico e implica la obsesión de aprovechar el tiempo al máximo. El término conjuga la palabra "cronos" (tiempo) y "pathos" (sufrimiento) y ha sido popularizado y desarrollado recientemente por la psiquiatra Marian Rojas Estapé a través de su obra.
Tiempo atrás en el siglo 20 la "enfermedad de la prisa" fue reconocida por los cardiólogos Ray Rosenman y Meyer Friedman cuando observaron que muchos de sus pacientes sufrían de estrés crónico y ansiedad, estaban siempre impacientes y con la sensación permanente de urgencia como si el tiempo se les escapase de las manos.
Las personas que sienten que tienen prisa continuamente también pueden sentir que su tiempo no es suficiente o que descansar y no hacer nada es como perderlo, eso puede producir sufrimiento y otros efectos indeseados como estrés crónico, ansiedad, tensión, dolores, cansancio físico y mental etc., el cuerpo sequeja cuando se le somete a un ritmo acelerado. El círculo vicioso de la prisa afecta negativamente al sistema inmune.
En esta cultura buscamos alternativas para atenuar el sentimiento de insatisfacción que puede provocar la prisa.

La meditación puede ayudar a calmar la mente o a fortalecer valores tan importantes como son la paciencia o la tolerancia, también puede aportar nuevos puntos de vista a situaciones estresantes reduciendo emociones negativas, favoreciendo soluciones imaginativas, aumentando la creatividad o mejorando la calidad del sueño. Otras opciones que pueden sustituir a la práctica de la meditación incluyen: el deporte, los largos paseos, la naturaleza, los ejercicios de respiración, la música etc.
Escapar del mundo de la prisa es posible para ganar en salud y libertad cambiando de actitud, administrando recursos, tomando decisiones o dando prioridad al estilo y a la calidad de vida.
En el entorno laboral por ejemplo alcanzar los objetivos a tiempo no implica tener prisa, la persona estresada o nerviosa puede tardar más en hacer bien su trabajo.
"La persecución, incluso de las mejores cosas, debe ser calmada y tranquila" Marco Tulio Cicerón.